Párate y celebra lo que has logrado hasta ahora

Confía en ti

© Alex Kilbee

Hoy voy a hablarte de cómo el síndrome del impostor puede afectarnos, como sucedió con Alex Kilbee durante su carrera como fotógrafo, a pesar de tener más de 30 años de experiencia, premios y un estudio exitoso. A menudo sentía que sus fotos no eran lo suficientemente buenas y luchaba con pensamientos de autocrítica, alimentados por comparaciones en redes sociales como Instagram y su propia tendencia a centrarse en los errores en lugar de los logros.

Esa mentalidad negativa se convirtió en una barrera que le impedía reconocer lo positivo de su trabajo. Intentó “eliminar” esa barrera al principio, pero luego entendió que lo importante era abrir un camino a través de ella, empezando por reconocer y valorar el elogio que había recibido. Para hacerlo, imprimió reseñas positivas de su trabajo y las colocó en un lugar visible, lo que le ayudó a cambiar su perspectiva.

Además, se alejó de las redes sociales durante un tiempo para evitar comparaciones y decidió experimentar y disfrutar la fotografía por puro placer, sin expectativas ni preocupaciones por las opiniones ajenas. También dejó de criticar negativamente su trabajo y se permitió publicar fotografías personales sin miedo al juicio.

Por último, reflexionó sobre que gran parte de su sensación de ser un impostor provenía de intentar copiar estilos de otros fotógrafos y no ser auténtico consigo mismo. Al empezar a crear fotografías que realmente le gustaban y reflejaban su estilo personal, comenzó a superar esos sentimientos. Reconoce que el proceso lleva tiempo, pero compartir sus inseguridades con otros y enfocarse en lo positivo fueron pasos clave para avanzar.

El mensaje final es que, si te sientes atrapado en dudas, no intentes eliminar todo de golpe; utiliza las herramientas que tienes para abrir un camino hacia adelante.

“Lo fundamental de mi personalidad es que creo que soy una impostora”. Sally Mann.

Como ves, no solo los fotógrafos comunes se pueden sentir así, incluso los grandes de la historia a menudo han pasado por esas crisis, como todo ser humano.

No vuelques todo en tu interior, habla con personas de confianza sobre tus dudas e inseguridades. Nunca pienses que dudar es de perdedores. Y tampoco estar pensando constantemente en cómo poder mejorar esto o aquello, sino hacer pausas para aceptar quien eres y para celebrar las cosas positivas que te han pasado.

Resumiendo: cada vez que sientas ese bajón, piensa en que hay personas a las que les gusta tu trabajo (y eso es un gran logro).

Tómate un tiempo a solas y disfruta de tus habilidades, juega y experimenta, no con una meta en mente, sino solo para ver lo que surge, para reconectar contigo mismo.

Y, por supuesto, no digas cosas negativas de tu fotografía ni te compares con otras personas. Tampoco tengas altas expectativas en si a los demás les gustará tu trabajo o no. Como dirían los estoicos: eso no depende de ti. Disfruta fotografiando lo que te gusta y disfruta de lo que haces. Piensa que hay fotógrafos buenísimos que ni siquiera tienen redes sociales. Los “likes” no pagan las facturas.

© Alex Kilbee

Mira las herramientas que tienes a tu alcance y recorre tu camino.

¿Te has sentido alguna vez así? ¿Has dudado de lo que haces? Déjamelo saber en los comentarios.

Si deseas aprender más fotografía a tu ritmo, de manera muy muy sencilla y personalizada, ahora tienes dos modalidades: una membresía con contenidos semanales, atención de lunes a viernes a través de email y una conexión en directo mensual, y mentorías personalizadas. Para más información: https://juanjocorsino.com Sigue disparando, sigue creando, sigue aprendiendo y nos vemos la próxima semana con más consejos.