La magia escondida en lo cotidiano

Hay fotógrafos que no solo capturan imágenes… sino que detienen el tiempo justo en el segundo en que la realidad se vuelve un sueño o una escena surrealista. Eso es lo que hace Phatsakorn Bundasak, un creador tailandés capaz de transformar lo ordinario en algo casi imposible.

Sus composiciones parecen el resultado de la casualidad, pero en realidad son fruto de una mirada diferente, de esa intuición que solo tienen quienes saben observar más allá de lo evidente. Bundasak camina por las bulliciosas calles de Bangkok, cámara en mano, buscando esos instantes fugaces que el mundo parece brindarnos solo en contadas ocasiones: un reflejo, una sombra, una figura que encaja de forma tan perfecta que parece magia.

Su secreto está en la composición, el encuadre y la sincronización. Pero sobre todo, en su manera de mirar. Porque cuando observa una escena, no ve solo lo que está ahí… ve lo que podría ser.

Cada fotografía suya es una pequeña trampa visual, un guiño al espectador: ilusiones ópticas, yuxtaposiciones y coincidencias que se vuelven poesía visual. Además de un toque de humor en algunas de sus tomas. Lo cotidiano se convierte en un portal hacia lo fantástico.

Sus imágenes no solo se miran: se descubren. Y en ese descubrimiento, uno recuerda que la magia está siempre cerca… solo hace falta detenerse un segundo y mirar de verdad.

Te invito a dejarte llevar por el universo de Phatsakorn Bundasak y a redescubrir la fantasía en lo cotidiano. Porque quizás, la próxima vez que mires a tu alrededor, también descubras un instante suspendido entre lo real y lo imaginario.

Puedes seguir su trabajo en Instagram y dejar que tu mirada empiece a soñar.