Gimnasio fotográfico

Ejercita tu ojo para ver fotos que nadie más puede ver

Foto © André Kertész

Hay gente que para ponerse en forma va al gimnasio. Y para fotografiar, ¿no sería una buena idea enviar al ojo fotográfico al gimnasio, pues todo se entrena? Tendríamos bien desarrollado el músculo fotográfico :)

Muchas personas trabajan en aprender técnica, iluminación, edición, edición nueva con IA, pero son poquísimas las que entrenan su ojo fotográfico, y sin embargo, esta es una de las habilidades más importantes y diferenciadoras.

Desarrollar ese “músculo” fotográfico nos convertirá en personas más observadoras, en tomar más conciencia de lo que nos rodea. Ahí es donde se esconden las grandes fotografías.

- Practicar la observación. Mucha gente mira, pero no ve. Van al trabajo en su trayecto diario y apenas se fijan en nada de lo que sucede. Debemos explorar las escenas cotidianas que nos rodean en busca de fotografías. Pregúntate cómo se vería esa escena fotografiada.

- Ver más allá de la superficie. Observar, ver cómo la luz cambia según la hora del día y cómo afecta a la escena que tienes delante. Sombras, reflejos. Mira cómo ser vería eso en una fotografía.

- La búsqueda de pistas. Nos preguntamos: ¿Cómo debo buscar? Y la respuesta es simple, busca la luz, las sombras, los reflejos, las formas, patrones que conoces,… Hazlo sencillo. Hasta que se convierta en un hábito, te convertirás en un observador, y a partir de ahí empezarás a gravitar hacia las cosas interesantes: la belleza de una parte concreta de un lugar, las expresiones de los rostros en la calle. Y lo mejor de todo es que no necesitas llevar una cámara para entrenar este hábito.

- La transición. Ahora ya ves cosas que antes pasabas por alto. Como en el caso de Todd Hido, que pensó: “Vaya, me molesta mucho esta lluvia fuerte en el parabrisas, ¿qué hago con ella?” Y sacó esta foto:

Foto © Todd Hido

- Dónde está la conciencia. Debes querer aprovechar la habilidad de observación que ya tienes dentro de ti y comenzar a ser más consciente de cómo puedes dar ese salto. Observa a los grandes maestros como Edward Weston, Imogen Cunningham o Minor White en sus exploraciones sobre objetos cotidianos. Querían encontrar cosas interesantes en lo ordinario.

Y ahora te toca a ti. Fotografía un objeto común, una sola toma. Explora su potencial interno. Puede ser un tenedor, una taza,… Súbela a tu Instagram y observa otras fotos de ese estilo para inspirarte sobre cómo puedes interpretar lo ordinario de una manera completamente diferente. Eso es desarrollar tu habilidad de conciencia, construyes observación con solo mirar, construyes conciencia. Combinar brillantemente dos facetas: fotografiar y mirar imágenes; observación y conciencia.

Simplemente mira a tu alrededor, intenta mirar más allá de ese filtro que todos se ponen y activa la conciencia. Entrenando la mente fotográfica tendrás una habilidad muy muy valiosa, que te servirá para ver más allá y no depender siempre de una sesión preparada u organizada de antemano.

Cuando salgas a fotografiar, cambia el modo de trabajo de tu cabeza al modo de una mente de fotógrafo. Puede llevarte un tiempo, pero si te ejercitas constantemente, tu poder de observación y tu conciencia, pensando en cómo tomar esa escena o cosa que ves, hará que tu ojo fotográfico esté siempre listo para funcionar, y que tu proceso fotográfico sea más gratificante.

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Sigue disparando, sigue creando, sigue aprendiendo y nos vemos la próxima semana con más consejos.