El talento en fotografía

¿Es natural, está sobrevalorado o se construye?

Hoy quiero hablarte del talento. Y la primera pregunta que se nos suele venir a la cabeza es: ¿Hace falta talento para poder hacer fotografías? Vamos a hablar de eso.

Todo el tema del talento o la genialidad tienen algo de mitológico. Al final, el talento se traduce más en la facilidad para aprender, para experimentar y darle un giro a aquello que ves, para hacerlo de una manera diferente, a tu estilo. Y es mucho mejor tener curiosidad y aprender poco a poco, que tener mucho conocimiento al comenzar en algo, pues eso suele causar aburrimiento y abandono de la actividad creativa.

El talento no es tener un gran ojo fotográfico, sino saber trabajar, ser persistente, no abandonar. Esto es más efectivo a la larga. Decía Ansel Adams que las fotos no se toman, se hacen. Y en efecto, se construyen. Se hacen a través de elegir un tema, una mirada, una luz, un encuadre, una composición,…

¿Cómo se construye entonces el talento? Con el saber observar, como el ser un crítico social y documentar lo que ves con tu cámara. Un ejemplo de esto sería Lewis Hine, que ademas era sociólogo. Por eso, parte del talento también tiene que ver con la capacidad de percibir, de ser sensible ante las cosas y los acontecimientos del mundo, y cómo puedes utilizar tu cámara para reflexionar sobre esos temas. Y así vas sumando recursos que con el tiempo van funcionando mejor.

© Lewis Hine

Un consejo extra para crecer y aprender es no dar todo por hecho, o pensar que porque acudir a un workshop con tal persona de mucho talento ya te es suficiente para ti. Ten siempre la curiosidad de u niño y las ganas de aprender.

¿Y qué puedes ver para inspirarte? Ademas del citado Lewis Hine, echa un vistazo a Josef Koudelka y a Sergio Larraín.

Recuerda que, en muy raras ocasiones, puedes encontrar a alguien que tenga un talento natural para componer, para la luz, o un talento intelectual para saber ver, o una sensibilidad para encontrar lo que otros no encuentran. Pero el talento más importante de todos es el de ser constante, el de aprender todo el tiempo, el de asumir que siempre hay lugares y tiempo para aprender. Por eso, la constancia es tu superpoder. Es el talento más difícil de ver, pero que con esa constancia es más fácil de conseguir, paradójicamente. Y al hablar de esto, me recuerda a una frase típica japonesa que me encanta: “La disciplina vence a la inteligencia”. O lo que es lo mismo, la constancia, el esfuerzo y la autodisciplina (más que la capacidad intelectual, talento o genialidad), son claves para el éxito.

Yo puedo enseñarte mucho sobre fotografía, pero no puedo enseñarte a ser persistente, a ser crítico/a, a ser tú mismo/a o a encontrar los temas que más te atraen. Eso es parte de tu vida. Yo puedo acompañarte en parte, pero la mayor parte del tiempo depende de ti y de sentirte libre para expresar todo eso que llevas dentro. Solo tú, y nadie más. Descubrirás tus talentos con la vida y las experiencias vitales que tengas y que puedas llevar a tu fotografía, no con el obturador ni con cientos de tutoriales. El talento se construye, no viene del cielo ni te cae a ti por un poder divino porque sí, no es un anuncio de cosméticos que te dice “Porque tú lo vales”. No. Se construye.

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